lunes, 31 de enero de 2011

DÍA 9: FALTAN 36


Ayer llegamos tarde de Taboga, así que la viandita de hoy lunes fue bien sencillita:
ensalada caprese, una latita de atún, una pera, una rodaja de pan integral, agua.
A media mañana, me manduqué una manzana.
Y mate, claro. Con PALO, jajaj, como nos gusta a los y las argentos/as.









Lo hice de nuevo, me corté cortiiiiito.
No soportaba ese color zanahoria en mi pelo, así que tomé decisiones drásticas.
Me atendió una peluquera de uñas largas y azules, una mulata muy simpática, que por suerte no hablaba mucho.








Caminando por los estacionamientos de la Ciudad del Saber




Ese semáforo está en rojo, viejo!






Librería del aeropuerto Marcos Gelabert, cerquita de casa.


DÍA 8, FALTAN 37: DOMINGO EN TABOGA!!!



Nos encontramos con M.N. a las 9 y pico, el barquito salía para Taboga a las 10.30, y había que estar una hora antes. Yo llegué más temprano para comprar los tickets y llegué a la ventanilla cuando quedaban exactamente tres (3) Una gringa que estaba antes que yo, y que pretendía compra siete (7), se quedó en el muelle, y yo me fui con mis dos boletitos. Pero para las 12, así que nos tomamos casi un termo de mate uruguayo allí, sentadas en el pasto, frente a la bahía de Panamá. En el lugar quedaron jirones de gente que despellejamos con alegría y placer.


Después nos tomamos el barquito, cerca había otros un poco más grandes, camino al Canal.











Corvina al ajillo y al vino, arroz con una especie de lenteja, cervecita helada en el Vereda Tropical











Veraneras maravillosas. Taboga, "isla de las flores".











En una casa!











La escuela de Taboga






Lindo domingo.
Odié a C. (que lo sepa!!!) porque es un lugar para ir a hacerse mimos. Ta bien, para ser en algún lugar al que haya que llegar en avión, serán en BCN.

sábado, 29 de enero de 2011

DIA 7, FALTAN 38



Esta mañana, a las 7.17 (!!!), salí a caminar con mis zapatillas nuevas, mi shorcito naranja y mi musculosa deportiva.
Las zapas Reebock las conseguí a 25 dólares, oferta en sportline del Albrook Mall; el short y la musculosa Hang Teen (me parece que truchos, aunque tenían etiqueta posta...), a 4 dólares cada prenda, en El Costo.







Para llegar al mall, me tomé este bus antediluviano. No se llega a ver, pero la palanca de cambios es una especie de tubo de metal largo, que solo por milagro sigue cumpliendo funciones.








Todo este afán gimnástico, y las ensaladas de verduras y frutas que estoy consumiendo, y el hecho de que hoy, sábado, no me haya hecho una buena pizza para manducar con una Atlas bien helada, es que, eso que parece un embarazo, es pura gordura, y me molesta un poco.





Ni siquiera morfo helados en el Iglú (aunque, a decir verdad, esto no es mucho sacrificio, porque son horribles)



Después de caminar media hora y hacer algunas compras, volví al departamento. Escuché un rato de radio, odiando que Aliverti siga pasando notas de parrilla; limpié; chateé con mi amiga L., que dice que esto que escribo puede transformarse en un libro para que lean mis nietos (mmm, no sé si debo!); me tranquilicé porque llegaron mensajes de E., avisando que está o estará en un pueblo "sin señal"; después me fui a bañar a la piscina (pileta me suena raro, decir); me leí el diario íntegro al sol; volví y me hice una ensalada de frutas con yogur, que fue mi almuerzo; fui a la pelu; ordené papeles; leí; vi a un imbécil haciendo exhibiciones con un avión sobre mi cabeza (el aeropuerto local está bien cerquita de mi casa); miré un rato de tele; leí diarios on line; chateé con más gente, mandé y recibí mensajitos; escribí comentarios en fb que no le gustaron a mi amiga G... Ahora escucho Boca-San Lorenzo, torneo de verano. Son las 20.23, 22.23 allá.

viernes, 28 de enero de 2011

DÍA 6, CAMBIAMOS DE DECENA


Hoy me levanté como siempre aquí, inusualmente temprano (tipo 6), tomé mate con una tostada con mermelada de naranja, chateé con C., leí los diarios de allá y de acá, y me dispuse a responder afirmativamente a la invitación del director de cárcel local, para asistir a un "evento".
Un taxi me saldría 15 dólares, los tenemos, pero preferí hacer etnografía y me fui, 1, 50 mediante, a la terminal de Albrook a tomar un bus. Llegué sobre la hora. En realidad, el horario era las 10, pero el busero salió con puntualidad pre suiza, a las 9.55. Pregunté si me dejaba en El Renacer, se rió y dijo "Sí, en el hotel la dejo... ese es un hotel de 3, no, de 5 estrellas!" Yo iba un poco colgada y más que apretada. Por suerte, a mitad de camino bajó bastante gente y me pude sentar. Los asientos son diminutos, porque esos buses se usaban para niños en la época de los yanquis (o los trajeron de los EEUU, no lo sé). Entonces, en el lugar en que antes entraban dos niñitos, ahora pretenden sentarse dos culonas o culones, con lo que la mitad del cuerpo del o de la que está hacia el pasillo, siempre pero siempre queda colgando. Lo mismo, en los asientos de 3. Pero como se vació, pude disfrutar de un asiento de 3, solo compartido con 1. En realidad, una y un poquito, porque era una chica embarazada que apenas me subí me preguntó si me gustaba el paisaje, de dónde era, hace cuánto que estaba; y me contó que este era su segundo(a) hijo(a); que el anterior cumple años el 1 de marzo, igual que ella, que el marido cumple el 30 de marzo, y que donde trabaja tardaron tres años en pagarle sus vacaciones... Cuando se bajó en el barrio Paraíso, enigmática, me dijo: "No se olvide de mí..."

Llegué a la cárcel y me bajé junto con todas las mujeres que quedaban en el bus. Resumiendo, no entré al evento porque el Sargento Rodríguez empezó a revisarme la billetera, y me dijo que no podría entrar con celular. Mientras, una de las chicas que iba de visita le dejó sus dos celulares a un policía, negociando la entrega al salir, e intercambiando direcciones por si el pol salía antes que ella. Otra quería dejar su celu en medio de la selva subtropical que rodea la cárcel, que está en la zona de Gamboa, en los alrededores del Canal. Yo, ni en pedo, así que después que el Sargento le preguntó al Subteniente Aguilar, que estaba adentro, qué hacía conmigo, y yo escuché: "digale que está en la ley 55, que es el reglamento", me di media vuelta y me fui. Adentro, algo parecido a un pastor o a un cura gritaba que iba a hablar de ganadores y de perdedores...

En la parada, conversé con esta señora, que tiene un marido al que le faltan 15 años para salir. Muy simpática, pero se mancó un poco cuando me dijo que a ella le gustaba Albrook cuando ahí vivían los yanquis, porque allí reinaba el orden, la rectitud y la ley...


Me bajé del bus en la Ciudad del Saber, donde algunos edificios tienen nombres muy raros.




Estaba muerta de hambre y recalé en Pan y Canela. El baño, muy monono.






Pero esto no vale 5 dólares 30!
Un juguito de fresa
Un triste sanguche de pollo, lechuga y tomate.









Soy tigre, eso me trae algunos problemas.




Mentira.
Tino: te extraño con toda mi alma.








Después me fui al Albrook Mall, me compré zapatillas y dos shorcitos (me los olvidé allá). Hoy chateé con R., y con C. y M., mis dos seguidores, a quienes saludo muy especialmente en este acto. Atendí (faaa) a varias radios, y grabé para una de ellas, para el programa de VHM. Contesté otro correo ridículo, escribí, preparé trabajo, y cobré mis honorarios.
Y lloré, porque no pude comunicarme con E. en todo el día.

jueves, 27 de enero de 2011

DÍA 5: FALTAN 40?

Llenaron la piscina!!!
El único problemita es que, técnicamente, aunque los lugareños digan que estamos en verano, es invierno, por lo que el sol se esconde temprano, pero no importa, allí fui y me sumergí, y luego me sequé con mi linda toalla al tono ;)






Hoy había mucha gente esperando el bus en la CdS, así que me tomé un taxi "a dólar": el tipo levantó cuatro personas que iban a Albrok (la terminal), y nos cobró un billetito a cada uno/a. A mí me dejó aquí mismo: en el Rey. No hay ni senda peatonal ni nada que se le parezca, así que, lo dicho, cruzo con riesgo de vida.




El día había comenzado bien: desde lejos, cariño y felicitaciones.
Hasta que a alguién, también de lejos, pero lejísimos, se le ocurrió preguntarme qué había hecho hace mucho pero mucho tiempo. La mañana entera, en contestar, alegar, y precisar.

Tanto, que se me pasó la hora de la morfi.

A eso de las 13.30 (1.30 pm, como se estila aquí), me fui al patiecito de atrás. Hoy no estuve sola: en la casa de al lado, dos mujeres levantaban hojas secas del piso. A mí me encantan, pero se ve que los dueños/patrones de esa casa (no sé si será una oenegeinternacionalconsedeenginebra, o una empresaquesolobuscalucro), no, así que las mandaron, con sus solas manitos, a levantar hojas secas y a llenar una bolsa negra.






Trabajo de esclavas










No les gusta el paisaje de las hojitas secas en el piso













Menú del día:
2 huevos duros (solo me comí 1)
Arroz integral con granos de choclo
Ensalada de repollo, lechuga, apio, zanahoria y aceitunas.
1 rodaja de pan integral, agua, 1 banana.

En el medio, otra nota para otro diario, y un periodista que me llama y hablamos media hora de baja de la edad, perpetuas, etc.
Ojalá, este año, pase lo que tiene que pasar.

miércoles, 26 de enero de 2011

DIA 4, FALTAN 41

Ojo, te estamos mirando










Es que vivo en un barrio grosso











Claro, tengo que caminar por el pasto, porque no hay veredas












Y si un árbol creció mucho, directamente tengo que bajar a la calle, que es una especie de Lugones.
Hasta hay UN café digno!!!




Aquí me bajé del bus, y por ahí tuve que cruzar... digamos, como cruzar la Avda. Calchaquí cuando todavía era amiga de G. y la iba a visitar con riesgo de vida.
Menú del día:
Pata de pollo
Ensalada caprese (tomate, daditos de mozzarella, albahaca), rodaja de pan integral, agua y una banana.
De lectura: Cartas entre un padre y una hija (Francoise Dolto y suo papa)

Los buses antes eran transporte escolar para niñitos yanquis. De ahí el reglamento.






Ayer, díjeme: bajo en el Rey y me compro un yogurcito y una docena de huevos. Y bue, me vine caminando (como solo E. sabe) con cuatro bolsas repletas, más la cartera marrón, más el bolso rojo, más la bolsa turquesa con el táper vacío.
Mientras caminaba y pensaba que iba a escribir esto, se me ocurrió una idea: si Cortázar y Carol hicieran hoy su recorrido por la autopista París/Marsella, lo que escribieran sería un blog! O sea: perdimos o ganamos???
Después, a la noche, en la cama, un poco de taquicardia. Si me muero, pensé, nadie se va a enterar. Sin ser tan extrema, si me agarra un ataque cardíaco, nadie tiene llave de mi casa, ni modo de ubicarme. Respiré profundo, como aprendí en Pilates, y me dormí. Esta mañana, C. me dijo lo que haría si yo no aparezco en el chat. Y me tranquilizó. Pero prefiero no probar, eh? ;)

martes, 25 de enero de 2011

DIA 3: MARTES 25 DE ENERO, FALTAN 42.













Cuento los días que faltan para el 8 de marzo: 6 de enero, 28 de febrero, los 8 de marzo. Total: 42. Entonces, rectifico el título, agrego ese dato.

(Nótese el absurdo del juego de jardín. Feo y pesado.)






Hoy me llevé una rica vianda a la oficina. En un táper doble puse, de un lado: arvejas, cebolla cortadita, ají verde ídem, y una latita de atún "al ajo" (que no se notaba) y aceitunas. Del otro, repollo en juliana, zanahoria rallada y un tomate en rodajas. Me llevé sal, limón (es de color naranja, pero con gusto a limón) y aceite de oliva. Una rodaja de pan integral y una banana. Salí a almorzar a la parte de atrás, fuera del aire acondicionado, a la sombra. Comí y leí un libro de cartas entre Francoise Dolto y su padre. Nadie alrededor. Mientras comía mi rica ensalada pensaba que sería un golazo armar un negocio con comidas ricas y sanitas (jaja, qué desastre, cómo se ve que tengo que buscar en qué entretenerme...): ensaladas variadas, tartas, empanadas, sánguches como la gente. Un lugar donde haya condimentos razonables: limón, pimienta, aceite de oliva. Fruta, helados, yogures. Y delivery: motitos o bicis que recorran todas las calles de la CdS, llevando comida. No existe nada de eso. Los pocos lugares que hay para ir a comer no tienen esas opciones, o son mínimas.
Pero no soy muy emprendedora, así que...
Como mi ensaladita.
Nadie alrededor.

lunes, 24 de enero de 2011

DÍA 2: 24 DE ENERO







No hago caso a ningún consejo y me peleo. Apelo a la solidaridad frente a una mirada vacía. Ya lo decía el general, mejor un hombre (y una mujer, claro) malo que tonto. Pero tonta e inútil, y un poco mala... mamita!

Después, el tiempo pasa más rápido porque produzco un texto, pienso, escribo.

Estoy más que gorda: parezco embarazada. Decido comer sano. Ensalada de pollo, ofrecen en Pan y Canela. La pido, con un jugo de ananá... eh... piña, digo ante la mirada interrogativa y luego la sonrisa de la cajera. La "ensalada de pollo" es, en orden de importancia: lechuga, pollo picado (poco) y dos rodajas de tomate. Como aderezo, una salsa horrible y dulzona. NO HAY LIMÓN NI ACEITE DE OLIVA!!! Tengo tanta hambre que morfo eso como si fuera rico. No cedo a la tentación y no me compro nada realmente rico, sobre todo, pan, que allí es buenísimo.
Después, para llegar a casa, filas y filas de gente esperando el bus. Como siempre, hace calor, estoy cargada (también como siempre) Comparto un taxi con dos muchachas. Saludo al subir y al bajar, pero nada, che. Salvo el taxista, que musita algo parecido a un saludo.
Camino varias cuadras, paso por el chino, compro algo de fruta, verdura, pan integral.

Veo el noticiero: de 6 a 7. Son dos horas menos que allá, así que cuando termina, empalmo con 6, 7, 8. Y, en soledad, me mimo. Cocino más o menos sabroso (fotos 2 y 3, ya aprenderé a poner las fotos en orden)

Me preparo la viandita para mañana (foto 1). No volveré a regalarle 5, 75 dólares a Pan y Canela!
Son las 9 menos veinte aquí, 11 menos veinte allá. Yo tengo sueño de allá, porque esta mañana me sonó el celular a las 7 argentinas. Me desperté, me levanté, prendí la compu para escuchar Radio Continental, y me asombré de que fuera tan de noche. Al ratito, nomás, me di cuenta de que, aquí, eran las 5, así que volví un rato a la camita. No se puede estar allá y acá. Aprendí eso. Al menos, yo no puedo. Tendría que ver en Wikipedia, si hay algo sobre el tema. Otro día.
Ahora me voy a bañar y después, a leer un librito. Si no me engancho con Cosquín...

CUENTA REGRESIVA DÍA 1: 23 DE ENERO, LA LLEGADA

Viajo (viajaba) mucho, así que tengo beneficios gold: me suben a primera! Como rico, pero no tanto como imaginaba. Por ejemplo, no hay fruta, en el tramo Bs.As.-Pty, y sí viceversa, como si en mi bella ciudad no hubiera fruta deliciosa. Pero los asientos son cómodos, puedo estirar las piernas, etc. Todo el mundo, pienso, debería viajar así, en primera... en realidad, una garcha que haya primera y "cabina".
En el taxi, el tema son los adolescentes quemados vivos en un "centro de cumplimiento". El Sr. R., intentando ser equilibrado, dice: "Pero hay que pensar también en las víctimas de esos muchachos, y preguntarse por qué estaban allí..." Un taxista en Pty, tan parecido a los taxistas de Rep de Resentidolandia.
Empiezo a sufrir. M. me aconseja por teléfono: no des bola, el tiempo pasa rápido, vamos el domingo a Taboga.

Arreglo las plantitas, barro, lavo la ropa, para sacarle el olor a humedad. A la mañana, el sol la ilumina.