domingo, 18 de septiembre de 2011

Papá y bisnonno.

Hace 92 años, en Roma, nacía mi viejo. Un hombre bueno. Me sacó decenas de fotos; me llevó a la cancha a ver a Ríver aunque él era de Racing; me enseñó a escuchar música clásica y a la Negra (lo que me parecía aburrídisimo a mis 10 años); lo acompañé mientras pintaba nuestra casa, y marcaba el límite entre la pintura de las paredes y la del techo con un hilo tirante pintado con tiza; me llevó alguna vez al cine y alguna otra vez al teatro, y muchas más, miramos juntos Sábados de Súper Acción; paseamos de la mano y en bici en días luminosos como el de hoy; nos despertó cientos de domingos con el olor maravilloso de sus tucos; cocinó frappes deliciosos, como jamás volví a probar; hizo toda la comida para mi cumple de 15, que festejé en mi casa, y se quedó conversando conmigo y mis amigos/as hasta la madrugada; me escribió cartas amorosas cuando me fui a Nicaragua... Y cada vez que siento que lo necesito, aquí está. Así que, feliz cumple, viejo! :)
Esto publiqué hoy en el facebook.
Después, se agregaron recuerdos de mi prima Adriana, Marquitos, hijo de mi primo Sergio, Ana, su primera nuera, la mamá de Ceci, que jugaba con la perrita Dindy cuando mi papá vivía en la casa que había sido de la nonna.
Ellos/as agregaron cariño, imágenes. Ana, lo recordó diciendo que era "Romano di Roma", y haciendo su torta de bodas (de eso, la verdad, yo no me acordaba...) Marquitos recordó sus viejos auriculares blancos, que yo conservo. Con Adriana compartimos la añoranza por sus frape incomparables...
Me gustó traer a mi papá, festejarle su cumple con otra gente que lo quiso.
Y, claro, como la vida va y viene, ahí está el chanchito, que, él también, lleva la sangre de mi viejo.

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